Las hermanas felices pueden hacer feliz a su hermano adoptivo también. Y todo lo que tienes que hacer es fregar su espalda. Y el hecho de que se haya puesto cachondo y se la haya metido a los dos es sólo un bonito extra. Es un honor para un hermano correrse en las bocas abiertas de sus lujuriosas hermanas.
Las chicas son sorprendidas robando y están indignadas. El guardia se apiada de ellas. No habrían visto su polla en la cárcel durante años. Tío amable - se ocupó de las dos hermanas y les dio leche caliente.